Mantenimiento preventivo de llantas

Como todo el mundo sabe, un coche no puede moverse sin sus neumáticos, lo que los convierte en uno de los componentes más cruciales.

Dado que los neumáticos van perdiendo sus prestaciones y características a medida que se desgastan con el paso del tiempo, es fundamental realizar inspecciones frecuentes de su estado. Lo mejor es verificar su estado y descartar posibles problemas o anomalías con una periodicidad mensual o, al menos, trimestral.

En lo que respecta al mantenimiento preventivo de los neumáticos, hay cuatro aspectos clave en los que pensar:

  • Inspección

Se recomienda que un profesional examine la banda de rodadura para asegurarse de que existe un desgaste normal en ellos y las válvulas para descartar cualquier daño potencial, incluyendo astillas, grietas y cortes.

  • Alineación

Como hemos comentado anteriormente, el servicio de alineación es crucial para evitar el desgaste irregular de los neumáticos. Cuando se instalan neumáticos nuevos, se debe realizar la alineación; mejor aún, cuando hay una separación de más de 1,5 mm entre dos ranuras.

  • Presión de inflado de los neumáticos

Mantener la presión adecuada de los neumáticos no sólo le mantiene seguro, sino que también evita que se desgasten más rápido y consuman más gasolina. Se recomienda comprobar la presión al menos una vez a la semana.

  • Rotación

Al rotar los neumáticos, se modifica su posición para favorecer un desgaste más uniforme. Lo ideal es montar los neumáticos más nuevos en la parte trasera del vehículo y rotarlos aproximadamente cada 10.000 kilómetros.

Además de realizar un mantenimiento preventivo, debemos esforzarnos por mantener unas prácticas de conducción adecuadas y, por supuesto, tener en cuenta que un neumático suele tener una vida útil de cinco años o hasta cincuenta mil kilómetros, lo que ocurra primero.